La TAE sirve para definir de forma clara y completa el coste total de un crédito, se expresa en forma de porcentaje y sirve para comparar diferentes ofertas.
Se calcula en base al Tipo de interés nominal (TIN), el plazo, las comisiones y los gastos de la operación que asume el consumidor.
Se excluyen de su cálculo los gastos derivados de incumplimiento de las obligaciones de pago del cliente, así como los gastos de notaría.
Si el crédito contiene un seguro, la prima se incluirá en la TAE si es obligatorio para obtener el crédito en las condiciones ofrecidas.